La familia

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La familia fue una idea de Dios y ninguna otra institución es tan influyente y poderosa. Una familia fuerte produce individuos sanos e íntegros y es la base de una sociedad estable. Por el contrario, el abuso y la negligencia pueden dañar a un niño para toda la vida. Lo que los padres enseñan a sus hijos de palabra o con hechos, por comisión u omisión, afecta directamente la relación futura de los hijos con Dios y con los demás.

¿Qué dice la Biblia a los padres?

1 Timoteo 5:8 Aquellos que se niegan a cuidar de sus familiares, especialmente los de su propia casa, han negado la fe verdadera y son peores que los incrédulos.

Salmo 127:3 Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte.

Reflexión:Los hijos son una bendición, no una carga o una fuente de ingreso. Nos son dados por un tiempo y somos responsables ante Dios por su bienestar espiritual, emocional y físico.

Proverbios 10:1 Un hijo sabio trae alegría a su padre; un hijo necio trae dolor a su madre.

Proverbios 22:6 Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.

Reflexión:No hay responsabilidad más grande que enseñar y modelar a nuestros hijos según las verdades y los valores de la Biblia. No espere a que ellos se encuentren al borde de un precipicio para dirigirlos hacia el camino correcto.

Proverbios 3:12 Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite.

Proverbios 29:15 Disciplinar a un niño produce sabiduría, pero un hijo sin disciplina avergüenza a su madre.

Reflexión: La corrección paciente, los límites constantes y el amor son los componentes más importantes en la crianza de los hijos. La corrección, al igual que la de Dios hacia nosotros, debe ser motivada por el amor porque de otra manera no será efectiva. El propósito de la disciplina no es forzar su voluntad sobre los hijos, o descargar su frustración en ellos, sino guiarlos sabiamente y protegerlos del mal.

Efesios: 6:4 Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.

Colosenses 3:21 Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desanimen.

Reflexión: No esperen que sus hijos desempeñen las responsabilidades de un adulto. No corrija a sus hijos cuando esté enojado, porque criará jóvenes amargados y frustrados, la crítica constante, las palabras destructivas, la intransigencia y la indiferencia son desagradables a Dios; además encenderán el resentimiento en sus hijos, lo cual les causará daño a ellos y a otros. Por el contrario, el amor y la constancia combinados con firmezas y límites claros estimulan la formación de hijos íntegros, felices, seguros y estables, quienes se sentirán atraídos por un Dios bueno y justo.

¿Qué dice la Biblia a los hijos?

Salmo 68:5 Padre de los huérfanos, defensor de las viudas,éste es Dios y su morada es santa. (Ver también Salmo 10:14)

Reflexión: Recuerde que aunque no tengan padres o éstos lo hayan abandonados, Dios lo ama y quiere ser su padre.

Efesios 6:1-3 Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: si honras a tu padre y a tu madre, «te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra». (Ver también Colosense 3:20)

Proverbios 6:20-23 Hijo mío, obedece los mandatos de tu padre, y no descuides la instrucción de tu madre. Guarda siempre sus palabras en tu corazón; átalas alrededor de tu cuello. Cuando camines, su consejo te guiará. Cuando duermas, te protegerá. Cuando despiertes, te orientará. Pues su mandato es una lámpara y su instrucción es una luz; su disciplina correctiva es el camino que lleva a la vida.

Reflexión: La obediencia a los padres trae bendición, aun cuando los padres no honren a Dios. Sin embargo, la fidelidad a Dios es nuestro mayor prioridad. Cuando la voluntad de los padres está en conflicto con la voluntad de Dios, debemos obedecer primero a Dios.

¿Qué dice Jesús acerca de los niños y jóvenes?

Mateo 18:5-6, 10 Y Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como éste, me recibe a mí; pero, si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar. Cuidado con despreciar a cualquiera de estos pequeños. Les digo que, en el cielo, sus ángeles siempre están en la presencia de mi Padre celestial.

Marcos 10:13-14 Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que los tocara y los bendijera, pero los discípulos regañaron a los padres por molestarlo. Cuando Jesús vio lo que sucedía, se enojó con sus discípulos y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son como estos niños. (Ver también Mateo 19:13-15 y Lucas 18:15-16) 

Reflexión: Se nos ha ordenado amar y guiar a todos los niños, es decir, protegerlos física y emocionalmente, y formarlos y nutrirlos espiritualmente. Jesús condena a quienes maltratan a los niños.

Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

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