EMDJ59 – De la esclavitud del pecado a la libertad en Cristo – Romanos 6:22-23

Loading

Romanos 6:22-23

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. ( Romanos 6:22-23)

Reflexión: Cuando una persona se convierte en cristiano, sucede una transformación en lo profundo de su mente y corazón de vivir para Dios; el reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, no depende del conocimiento intelectual, de leer libros o ir a un curso,   sino que los ojos y oídos espirituales sean abiertos(2 Corintios 4:3-6), resucitas de la muerte espiritual a la vida eterna, encuentras el tesoro(Mateo 13:44). Ser cristiano, no es gravoso(1ra Juan 5:3), es decir, seguirle no se convierte en una carga o queja constante por la nueva vida que llevas, pero cuando asistes por varios años a la iglesia, y te sientes que un día amaneces contento y otro triste o aburrido y constantemente estas en este circulo vicioso, también una pesadez por orar, leer la Biblia, predicar el evangelio a los no creyentes, y vivir en santidad, en amor los unos con los otros esperanzados en la segunda venida de Cristo, entonces, realmente no has creído(fe) en el Señor Jesús para recibir el perdón de pecados, y experimentar un arrepentimiento genuino, esto suele suceder cuando reducimos el creer en el evangelio de Cristo solo por repetir una pequeña oración que el predicador de una iglesia dice que se debe repetir, y ya eres salvo solo por repetirla o levantar la mano, si tu vida sigue igual no ha pasado absolutamente nada, solo te engañas a ti mismo, y cautivo por el pecado seguirás, pero si realmente has escuchado el evangelio de Cristo, y crees que eres un pecador delante de Dios y te sientes separado de Él,  mereces la muerte(pues la pago del pecado es la muerte-Romanos 6:23), tu debes ser compungidos(entristecerse o dolerse uno de alguna culpa propia) en tu corazón a creer verdaderamente que en tu lugar, Cristo padeció, murió, fue sepultado y resucitado al tercer día por tí y por mí, y nos trae de las tinieblas a la luz, de la muerte  a la vida, entonces si creíste verdaderamente, viene ese arrepentimiento de todo corazón, hablando con tus propias palabras a Dios, desnudando tu alma delante de su presencia, tener un quebrantamiento profundo, diciéndole “Heme aquí, Señor”.

Arrepentirse, significa cambiar de mentalidad con respecto a la esclavitud del pecado, entonces Él nos prometió, que si crees verdaderamente viene el  Espíritu Santo a morar en ti, de ahí en adelante eres justificado ante Dios, y comienza la verdadera vida cristiana, regocijándote en su presencia en oración, queriendo nutrirse de la palabra de Dios desde el primer día que creíste, para algunos será lento el crecimiento a otros será rápido, pero el hambre inicia desde el primer día en que te conviertes a Cristo, después querrás testificar ante todos los hombres en el bautismo, que ya perteneces a Cristo, y a medida que pasa el tiempo se va afianzando tu fe en creer que Cristo murió y resucitó por ti, llenándote de su amor, y si pecas, eres un pecador justificado y no condenado, tienes un abogado(1 Juan 2:1), ya no serás esclavo del pecado, estarás viviendo para Cristo cada día, creyendo que con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí(Gálatas  2:20).

Si somos conscientes(siente, piensa y obra con conocimiento) que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios, entonces, el reconocer a Jesús como el que te salva de la condenación eterna, y no ocurre nada en tu vida, es porque has minimizado lo que realmente es el pecado. Definir la palabra pecado en nuestros días no es tan difícil, porque tanto creyentes y no creyentes, lo saben, es desobedecer a Dios, es decir, es transgredir(violar) su ley, pero se vuelve en la mayoría de los casos un conocimiento intelectual o cultura general. Entonces dependiendo como cada ser humano vea el pecado, unos consideran que lo que es pecado para unos para el no lo es, y más cuando vivimos en una cultura del relativismo y el humanismo, entonces así veras tu necesidad de un salvador que te libra de la paga del pecado, que es la muerte. Concebir a Dios de esta manera, se les es muy difícil a muchos, porque tenemos un concepto de Dios, que es un Dios de amor(lo cual también es cierto), pero no nos gusta cuando escuchamos, que ese mismo Dios al que peca, al que desobedece su ley, su paga a todos es la muerte, no hay otra forma de satisfacer su justicia.

Con respecto a la justicia, muy de moda en este tiempo porque todos quieren un mundo justo, tomamos otra posición, al ver a cualquier juez del país donde vivas, y si en un determinado caso el toma una decisión contraria al no aplicar la ley, donde las evidencias son muy claras y el juez lo que hace es darle otra oportunidad al sindicado, declarandolo inocente, porque cree que se arrepintió de sus actos y no lo volverá hacer, entonces para aquellos que esperan una sentencia justa, comenzamos a decir que ese juez es injusto o fue sobornado, porque no aplico la ley como esta escrita, entonces el aplicar la ley es justicia, ¿estamos de acuerdo?, para con Dios es exactamente igual, la manera de pagar la sentencia por el pecado es la muerte(Romanos 6:23), como dice Romanos 6:7, “Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”, también en Romanos 6:23.

Si piensas que la mentira, la hipocresía, el odio, la ira, las disensiones, la codicia son pecados menores con respecto a una persona que mata a otra, o la que roba un banco, también pecas, no hay pecados menores o mayores delante de Dios, todos son pecados, si pecas en uno has transgredido la ley de Dios, todos son pecados, como dice en Santiago 2:10 “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos”, entonces tu dirás ningún ser humano puede cumplir toda ley de Dios para obedecerla, sabes que solamente un solo hombre cumple ese requisito, y es Jesucristo, por la tanto somos aceptados por Dios, por creer en Jesús(esto incluye el arrepentimiento genuino como lo explique arriba), como dice en Romanos 3:26,  “con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”.

Jesús nos ha dado su ejemplo de vida en las Escrituras, pero para vivir descansado en Él, debes vivir en el Espíritu Santo, porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;  pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte(Romanos 7:22-8:2). 

Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Elaborado por:

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de Jesús

PASTOR | TEÓLOGO | FUNDADOR EMDJ

Jair Sánchez Ordoñez

Ministerio el Mensaje de jesús

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *